8M POR ROSALINE CORINTHIEN: “SOMOS PARTE FUNDAMENTAL DEL PROGRESO ECONÓMICO Y SOCIAL DE CHILE”

La industria de la energía vive una gran transformación histórica. Nos encontramos en plena transición desde los combustibles fósiles hacia una matriz que se basa principalmente en energías renovables. Es así como en un breve período de tiempo, la reducción de las emisiones de carbono pasó de ser un elemento secundario a ser uno de los centros de nuestras sociedades.

Hace algunos años este desafío se veía lejano e incluso fuera de alcance para algunos, pero cada día que pasa es una realidad más tangible y le da aún más sentido a nuestro trabajo. Este necesario cambio nos ha llevado a tomar decisiones y acciones de manera dinámica, de manera de liderar esta transición junto a los Gobiernos y las comunidades. 

Es por esto que el camino de la transición energética debe ir acompañado de una transformación cultural, la cual debe perseguir un justo equilibrio entre todos quienes formamos esta sociedad. Como parte de esta sociedad justa, la equidad de género es un deber. Hoy, más que una meta o un anhelo, esto es un imperativo moral que debe ser escrito por cada uno de nosotros  en el sentido de la historia.

En la industria, la representación femenina alcanza apenas el 23%, y en los cargos directivos ese número cae sustancialmente. Se podría decir que en mi caso aún represento a una minoría.  Es desde esa vereda que me atrevo a decir que debemos hacer un cambio cultural real, en un sector donde prevalece la masculinidad. Hoy es el momento de desarrollar acciones concretas y vinculantes que nos permitan seguir avanzando para disminuir la brecha de género, fortaleciendo las condiciones para atraer talentos femeninos y generando políticas de inclusión y diversidad.

Las oportunidades de crecimiento profesional, el cierre de las brechas salariales entre hombres y mujeres, y la cero tolerancia ante cualquier tipo de abusos son temas que se posicionan cada vez más cerca del corazón de cada compañía, teniendo impacto tanto en la línea social como en la de negocios.

Es sabido que estas políticas mejoran no solo el bienestar laboral, sino también un incremento en el compromiso, el sentido de pertenencia y por consecuencia, en la productividad. Es por eso que desde ENGIE Chile venimos implementado iniciativas para alcanzar la equidad de género. Una de nuestras acciones es el Programa Fifty- fifty, que tiene como objetivo lograr que de aquí al 2030 exista un 50% de presencia femenina en los cargos gerenciales, jefaturas y profesionales senior.

Del mismo modo, formamos parte del programa Women Energy Council (WEC), que convoca a mujeres de la industria para desarrollarlas en habilidades de liderazgo e incluirlas en una activa red de conexiones. Además, somos parte de la iniciativa público-privada Energía + Mujer, encabezada por el Ministerio de Energía.

Sabemos que el desafío que nos impusimos como compañía va mucho más allá que la industrial en general, pero solo con este nivel de ambición haremos del cambio cultural una realidad. Hoy estamos en un plan de transformación no sólo desde el punto de vista de la energía, sino que también de nuestra organización. Durante 2022, en Chile aumentamos el reclutamiento de mujeres en posiciones de liderazgo, incrementando de un 26% a un 42%.

En un día tan especial como este 8 de marzo, no puedo sino sentir orgullo de las de cientos de mujeres que desde ENGIE Chile trabajan duro, junto con nuestros compañeros como un gran equipo, para garantizar un suministro eléctrico seguro, verde y sustentable para Chile.  Desde personal en terreno a líderes en el nivel ejecutivo, todas estamos comprometidas con realizar un trabajo de excelencia, junto con fomentar acciones que ayuden a cambiar el paradigma hacia la equidad de género.

Hasta que no abordemos los prejuicios que frenan el avance de las mujeres, persistirá la desigualdad de género. Como resultado, las diferencias y la falta de diversidad seguirán obstaculizando el crecimiento económico, la innovación y el progreso social. Somos parte de una engranaje perfecto, que tiene que incluir a todas las piezas en su funcionamiento, sin diferencias de ningún tipo. Solo así alcanzaremos el anhelado progreso, del cual las mujeres somos parte fundamental.

Rosaline Corinthien.

CEO ENGIE Chile.